sábado, 20 de diciembre de 2014

¿Cómo me querías?

Jamás entendí tu manera de quererme; era un "ahora me importas y después no"; y así constantemente.
Hay cosas que un "lo siento" no puede borrar. 
Así que no me digas que lo sientes, eso no curara mi corazón.

La Caída del Ángel.

La lluvia caía sobre su rostro blanquisco por el trauma y el dolor que estaba experimentando, había visto como el hombre alto de capucha frente de ella terminaba con la vida de su amado. Tan sólo toco su pecho y el chico perdió el conocimiento cayendo al piso, muerto.
El hombre se acercó a la chica y le reclamo su incompetencia, era una estúpida al llorar por un simple humano, ella debió quitarle la vida al chico y no protegerlo, pero no tenía la culpa, estaba enamorada del alma del chico, era tan pura, tan libre. Era lo que ella quería se. Pero no podía, su alma estaba manchada de sangre y de pecado, tantas vidas que había arrebatado pero tan sólo cuando le vio tan indefenso se enamoro tan rápido como pasa una tarde de verano. Aquel monstruo que se ocultaba de tras de la capucha, le tomo de los brazos y la arrodillo arrancándole la camisa haciendo que la chica quedara con la espalda descubierta mostrando una "V" marcada en ella, y en ese momento se hicieron notar dos alas rojizas, finas como la seda con un brillo espectacular. El hombre deslizo la manga de su chaqueta negra mostrando unas enormes garras que tenía en lugar de uñas y de un zarpazo le corto las alas.
La chica o más bien el ángel, lloraba sin poder tan sólo articular una palabra.

-Haber si así aprendes, eras un ángel cuya misión era recolectar almas condenadas o no. ¡No un maldito humano!

La lluvia paro con la caída del ángel y el viento se desato con la partida del demonio.

Triste Realidad.

De tras de esa sonrisa fingida esta su verdadera cara, aquella que solo ella se permite mirar cuando esta a solas. En su palma tiene oculta a su mejor amiga esa que no le deja en los momentos malos y siempre permanece con ella, siempre. Cuando abre su puño su mirada se deleita con ese tono azulado que viste a su amiga, le observa por unos instantes y decide introducirla en su boca tragando-cela y pasando-cela con un vaso de agua. Le ayudaría a olvidar aquel mal rato que le hicieron pasar unos chicos idiotas al juzgarla por su vestimenta, de su mochila morada saco una jeringa con un liquido raro, estira su brazo y se encaja aquella jeringa introduciendo el liquido a sus venas. Sólo esos viajes le hacían feliz . Mareada se incorporo rebuscando en su armario una botella de tequila, hoy se pondría hasta el gorro. Con la vista nublada se trago el caballito de tequila y comenzó a llorar como todas las noches maldiciendo-ce a ella y a todos los que le criticaban. Por ellos estaba así por ellos se convirtió en na adicta al alcohol y a las malditas drogas pero en parte les agradecía pues ya no se sentía tan sola.

El ultimo susurro.

Después de haber llorado tanto ella al fin se quedo dormida, sobre su fina almohada que le acompañaba cada noche al recordar que para él, ella no era lo suficientemente linda. Pero se mentía a si misma, su belleza no sólo era reflejada físicamente si no en su corazón, no había noche en la cual no llorara desgastando sus bellos ojos hinchados por las lágrimas producidas gracias a ese sentimiento de enojo, dolor, y baja autoestima que tenía. ¿Quien le ayudaría si sus padres estaban más que ocupados tratando de salvar su matrimonio? que obviamente no se salvaría, aquellos viejos se odiaban a morir y sin una razón verdadera, le echaban la culpa a la chica pero era mentira cada uno ya tenía un amante por el cual dejarían su matrimonio y causarían un dolor aun más grande al pobre corazón roto de su hija. El matrimonio ya había firmado el acta de divorcio ahora sólo faltaba avisarle a la chica, esperando un reacción buena de su parte. Una vez que llegaron a su casa subieron las escaleras hasta llegar al cuarto de hija pero se encontraron con la imagen más dolorosa que pudiesen ver, estaba la chica en una esquina, desmallada con los brazos extendidos sosteniendo una carta llena de sangre por los cortes de sus muñecas excesivamente grandes. Su madre corrió hacia ella llorando y pidiéndole perdón por todo lo malo que hizo por la falta de atención, su padre se arrodillo ante ella y le froto las muñecas. Ella estaba muerta. Llorando tomo la carta de su hija y en voz alta entre cortada le dio lectura. 

Para papá & mamá:

Antes que nada perdón por irme así sin avisar pero no puedo más este dolor me mata y ustedes no parecen notarlo, les amo pero creo debo dejarlos, aveces el amor hace daño y este es el caso. No merezco sus lágrimas y ustedes no merecen sufrir pero tengan en cuenta que el dolor llega sólo si de verdad han querido. Me voy sabiendo que me aman aunque nunca me lo demostraron. Y quiero que sepan que me encantaría que estuvieran juntos que los dos dejaran de culparme por su separación y que afrontaran sus errores y actos. Que tu papá dejaras de acostarte con tu secretaria y tu mamá con tu instructor del gym. ¿Podrán hacerlo por mí? 

Tenía que irme para que pudiesen regresar y ver que las cosas están mal pero pueden ser buenas. 
Para cuando lean esto ya estaré con la abuela y desde arriba les cuidaremos. 
Los amo.

Atte: Su hija. 

La ex pareja después de leer dicha carta tan dolorosa se miraron a los ojos y dijeron al unisono. "Perdónanos hija". 
Y a lo lejos en un susurro se escucho "Los perdono".